ESCULTURAS TEOTIHUACANAS » Testimonios de un alto nivel cultural

Influenciadas considerablemente por otras civilizaciones, las esculturas teotihuacanas, nacieron con la finalidad de reforzar el mensaje ideológico de las élites, sin embargo, estas sorprendentes obras, constituyen el claro ejemplo del alto grado de desarrollo que alcanzó esta civilización milenaria.

Cuáles son las características de las esculturas teotihuacanas.

Símbolos teotihuacanos
Símbolos teotihuacanos. Foto por Openverse

Originándose a partir del año 100 A.C., las esculturas teotihuacanas se determinaron por su carácter impresionante, el cual estaba acompañado de una orientación hacia lo religioso, con formas muy desproporcionadas, apariencias pesadas y una tendencia a ser usadas como elemento ornamental de la arquitectura.

Así, modelaron la arcilla y tallaron la piedra, la madera y otros materiales como el hierro o el basalto, para realizar imágenes de carácter decorativo o estatuario, reproduciendo formas humanas, animales o vegetales, e inclusive, máscaras rituales.

Precisamente, formando parte esencial de la decoración de los grandes edificios, la escultura adquirió un estilo geométrico, austero y rectangular, con una propensión al grabado en bajo relieve, donde resaltaron los motivos de cabezas de jaguar, la serpiente emplumada y elementos de la naturaleza marina, así como también, las representaciones de dioses como Chalchiuhtlicue o Tláloc.

Las principales esculturas teotihuacanas.

Teotihuacano
Teotihuacano. Foto por Openverse

Entre las esculturas que formaron parte esencial de la arquitectura de la cultura teotihuacana, se pueden citar las piezas talladas en el Templo de los Caracoles, y las cabezas zoomorfas del Templo de Quetzalcóatl, incluyendo los grabados en sus columnas o muros; asimismo, los cincelados en los pilones de piedra que decoraban el frente de las diferentes construcciones.

También, existían otras esculturas teotihuacanas de índole arquitectónico, que esculpidas independientemente, formaban parte un determinado espacio, como por ejemplo, la imagen de la diosa Chalchiuhtlicue, que con treinta toneladas de peso, fue cincelada al pie de la Pirámide de la Luna, con la intención de ser visualizada desde todos los ángulos posibles.

Adicionalmente, algunos extraordinarios vestigios de este arte, lo componen una deidad femenina que fue hallada en 1981, en la Calzada de los Muertos, en Teotihuacán, y la representación de un cráneo tallado, colocado en el centro de un disco, que sobrepasa el metro de diámetro.

Pero, tal vez la muestra más representativa del ingenioso arte escultórico de los teotihuacanos, es el marcador del juego de pelota descubierto en La Ventanilla, que compuesto por cuatro piezas de piedras volcánicas, fue ensamblado con tan alta precisión que no se notan las uniones.

De esta forma, las esculturas teotihuacanas, conforman uno de los vestigios del progreso de una de las sociedades más complejas de toda Mesoamérica.


Autor: Redacción

Esculturas teotihuacanas.


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