Cultura Caral

Mucho antes del dominio incaico, el mundo andino conoció una organización imperial menos extensa pero igualmente efectiva, la cultura caral. Así, en un desierto hostil germinó la civilización matriz de América, simultáneamente con las primeras en el mundo.

La cultura caral estaba conformada por varias regiones del área norcentral de Perú, con asentamientos entre los valles del río Supe y el océano Pacífico. Estas comunidades alcanzaron un nivel productivo que les permitió organizarse socioeconómicamente, facilitando la construcción de edificaciones y una red comercial.

Aspectos generales de la cultura caral. 

Sitio Sagrado de Caral
Sitio Sagrado de Caral. Foto por Xauxa. Wikimedia Commons.

El origen de la cultura caral se remonta al año 2900 A.D. y siendo parte del período pre cerámico, esta civilización desarrolló conocimientos que aplicaron en técnicas agrícolas para construir canales de irrigación y sembradíos en terrazas. También se destacaron en la manipulación genética de algunas plantas, logrando semillas mejoradas. Cultivaron principalmente el algodón, que les permitió obtener fibras para elaborar una gran cantidad de productos destinados al comercio. Aparte de su utilización en la fabricación de redes para pescar, que igualmente contribuyó al sostenimiento económico. Otra área fue la diversa actividad manufacturera de utensilios, collares y textiles. De esta manera, la mercancía producto de estas labores, sirvió para un gran intercambio comercial con otros poblados.

Sociopolíticamente la cultura caral, cimentó su organización en base a la religión, ya que sus gobernantes eran sacerdotes. Existiendo una cantidad de centros administrativos, gobernados por los curacas y dirigidos por un gobierno centralista bajo un sistema sólido. Cada asentamiento o pachaca estaba compuesto por grupos familiares emparentados que trabajaban una misma porción de tierras. En este sentido, la mayoría dedicada a la producción, recibía la conducción de los curacas, en base a sus conocimientos.

En cuanto a la cosmovisión de la cultura caral, se fundamentó en la armonía, mediante la preservación del medio ambiente y sus recursos. Así como también, la clase dirigente siendo la encargada de tener los conocimientos astronómicos, mediaba el poder sobrenatural de los dioses con la población. Siendo la ciudad sagrada de Caral, por su majestuosidad, el centro religioso de todos los asentamientos. En ella se practicaban los actos ceremoniales, que consistían en quemar ofrendas como alimentos, algodón, cuarzo, mechones de cabello, estatuillas de arcilla, e incluso se practicaban sacrificios. Era característico que durante los rituales se ejecutaran algunos cantos mientras se consumía sustancias alucinógenas.

La ciudad sagrada de la cultura caral.

Cultura Caral

Ubicada en el distrito de Supe, Caral constituye una de las ciudades más antiguas del mundo, junto a las de otras civilizaciones como Mesopotamia, Egipto, India y China. Esta ciudad sagrada de la cultura Caral se distinguió por sus distintas construcciones ubicadas sobre una terraza que las protegían de posibles desastres naturales. Las mismas se realizaron con piedras y madera de árboles muertos, evitando la deforestación del ambiente.

Abarcando un área de 626 hectáreas y con 5000 años de antigüedad, contiene al menos siete estructuras piramidales de gran tamaño, acompañadas de plazas, anfiteatros, residencias y un sistema de irrigación. Fue dividida en Caral Alto y Caral Bajo, para diferenciar claramente las zonas destinadas para el Estado y la religión. Entre las principales construcciones se encuentran la Pirámide del Anfiteatro, la Pirámide Mayor y el Altar de Fuego Sagrado.

Durante el 2009, la ciudad de la cultura caral fue declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Manifestaciones de la cultura caral.

Entre las expresiones más importantes de la cultura caral se encuentran las siguientes:

Textilería.

Debido a sus abundantes plantaciones de algodón llegaron a confeccionar vestidos, calzados, redes de pescar, cordeles, en los que usaron la técnica del entrelazado y agujas de hueso. Adicionalmente teñían el algodón de diferentes colores como crema, beige, marrón o pardo.

Ciudad Sagrada de Caral
Ciudad Sagrada de Caral. Foto por Esteban Cuya. Wikimedia Commons.
Esculturas.

Se distinguieron las estatuillas de representaciones humanas con aspectos antropomorfos y de simbología religiosa o política. Generalmente realizadas en barro no cocido, medían entre 4 y 10 centímetros de altura. Diferenciándose varios estilos sobre todo por la vestimenta y los peinados, que reflejaban la estructura social de la cultura caral.

Astronomía.

La aplicaron en la elaboración de calendarios anuales, de largo o de mediano plazo, relacionados con ceremonias religiosas y actividades económicas. De igual forma, la cultura caral empleó la astronomía para la ubicación de sus construcciones.

Sistema contable.
Cultura Caral
Cultura Caral. Foto por Eniol. Wikimedia Commons.

Para ello usaron un instrumento llamado quipu, que consistía en una cuerda principal al que eran atadas un conjunto de hilos con nudos de diversos colores. El mismo era usado para realizar operaciones de contables o estadísticas.

Geoglifos.

A un kilómetro de la ciudad sagrada de la cultura Caral, sobre una duna, se encuentra el geoglifo de Chupacigarro. Siendo un gran dibujo del contorno de un rostro, con un ojo cerrado, la boca abierta y el cabello ondeado.

Cabezas cultura caral
Cabezas cultura caral. Foto por Burkhard Mücke. Wikimedia Commons.

Si hay algo particular de la cultura Caral, es que no dejó evidencias de armas, pero si un legado de una sociedad armónica, con muchos conceptos, que manejaron posteriormente otras civilizaciones.


Autor: Redacción

Cultura Caral


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