Formando parte del paisaje de las serranías occidentales mexicanas, las pintorescas viviendas de los huicholes, permanecen estacionadas en el tiempo, como un vivo retrato de una civilización que se ha negado a desaparecer.
Algunos aspectos de las viviendas de los huicholes.
Siendo una tradición trasmitida a través de generaciones, los propios wixaritari son los encargados de la construcción de sus residencias, de esta manera, le rinden honor a la unión familiar.
Adicionalmente, las viviendas de los huicholes, se refieren por un lado, a los componentes naturales del entorno con las que son realizadas, y por otro, representan la delimitación geográfica y la ubicación de acuerdo al orden de su cosmovisión.
De esta manera, si se observan los límites de este territorio desde lo alto, se detalla la forma de un rombo, el cual puede llegar a simbolizar la figura del Ojo de Dios.
Normalmente, estas casas se encuentran agrupadas por núcleos de parentesco, con la finalidad de ser habitadas por una familia extensa, por lo que terminan siendo una gran propiedad, donde se desarrollan tanto la vida como las relaciones sociales.
Cómo son las viviendas de los huicholes.
Generalmente, estas particulares moradas de la cultura huichol, son de forma rectangular y piso de tierra, con paredes fabricadas en adobe, piedras o varas de jarilla, y recubiertas con lodo, de esta manera, se mantiene un ambiente fresco dentro de ellas, excepto en las temporadas de mucho calor.
Asimismo, el techo es una estructura de madera a dos aguas, cubierta con pajas cosidas con fibras de ixtle, y colocadas en forma de figuras simbólicas. Además, alcanza un área exterior al frente de las casas, en donde se puede tomar ventilación o sombra.
Las viviendas de los huicholes, se caracterizan por tener un solo espacio que sirve de dormitorio-cocina, aunque, en algunos casos poseen varias habitaciones.
Sin embargo, un lugar importante es el patio, que rodeado por varias residencias, en su centro se ubica el adoratorio familiar o ririki, donde se encuentra la imagen del dios de la casta, y un pequeño asiento donde el chamán realiza sus rituales con el peyote.
Igualmente, en el patio se sitúa otra edificación elevada del piso y fabricada con estacas de madera de pino, llamada jakuwari, cuya función es la de guardar el grano producto de la cosecha del coamil.
Para concluir, las viviendas de los huicholes, enmarcadas dentro de la propia cosmovisión, se trazan entre la convivencia familiar, la productividad y la transmisión del conocimiento religioso de esta cultura.
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