Con conocimientos que han pasado a través de generaciones, la economía indígena se ha fundamentado en la sapiencia de innumerables técnicas de producción, recolección e intercambio, que en algunos casos resultó exitosa, no obstante, hoy día es percibida como un sistema preindustrial de subsistencia.
Importancia de la economía indígena en el mundo occidental.
A lo largo de muchos años, la economía indígena de América se basó esencialmente en la agricultura, de esta manera, lograron domesticar el cultivo de muchas plantas, creando especies nuevas de las ya existentes, como fue el caso del maíz cultivado por las culturas mesoamericanas, o la papa sembrada por los pueblos andinos. Lo cierto, es que muchas técnicas de cultivo como la milpa, la chacra, los andenes y una diversidad de sistema de riego, conformaron un legado para el mundo moderno.
Por otra parte, la actividad económica de las tribus escandinavas europeas como los lapones o los nénets, se apoya en la agricultura de papas y cereales, la caza, la pesca, la ganadería y la fabricación de productos artesanales de piel de reno como bolsos o botas, para ser vendidos a los turistas.
La economía indígena en el resto del mundo.
Referente a la economía de la cultura indígena asiática, los nativos dominan la protección a la biodiversidad logrando un equilibrio con respecto a su entorno, en este sentido, los hmong de China, realizan una cantidad de productos con fibras naturales como mantas, tapetes, colchas y cojines, para ser comercializados en los mercados, en cambio, otras etnias como los chin de Myanmar, viven del cultivo de arroz y la ganadería de bueyes.
En la economía indígena de Oceanía, las principales actividades como la caza y el cultivo de tubérculos, plantas o frutos silvestres, están relacionadas con la religión; siendo notable el logro de los aborígenes abelam, quienes han sido capaces de crear más de cien especies de ñame, un producto conexo con sus creencias y que implica una serie de tabúes y cultos fálicos, como la abstinencia sexual o de carne, durante seis meses. Igualmente, los asmat teniendo como fuente primordial de alimento al almidón extraído del árbol sagú, han desarrollado alrededor de él, una compleja creencia mitológica.
Por último, la economía de las etnias africanas conservando técnicas milenarias, continúan ejerciendo la agricultura y la cría de ganado, tal es el caso de los himba de Namibia, los mursi de Etiopía, y los zulú de Zimbabue, Zambia y Mozambique.
Ante todo esto, al enfrentarse la economía indígena al actual sistema de libre mercado, ha empezado a perder en mayor o menor medida, su tradicional naturaleza.
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